sábado, 2 de diciembre de 2017

Perfil arqueológico y monumento histórico

La imagen puede contener: cielo, nube y exterior
Escribe Manuel Huanqui Hurtado
Doctor en Arqueología

La aventura del hombre cada día que transcurre se torna preocupante, sin dejar de mencionar que la inquietud puesta de manifiesto la hace más interesante, pero la explosión demográfica recurrente está en unos casos distorsionando el paisaje urbano y en otros desfigurando el paisaje humano.

La tierra nuestra única y última morada, está siendo escrutada minuciosamente porque contamos con la complicidad de las más sofisticada tecnología, la misma que le ha asignado una  edad de más de 4,500 millones de años, y es parte insignificante de todo el sistema planetario, y en su configuración ha soportado infinidad de eventos cósmicos, telúricos, magnéticos, esotéricos, geológicos, que ha generado variada configuración orográfica consistente en quebradas profundas y altitudes que de  pensar en su elevación nos produce vértigo, intercalado por valles interandinos, planicies y costas de variada ecología.

El patrimonio natural está conformado por esa interminable variedad de perfiles naturales que el hombre en su infatigable trajinar desde hace miles de años los ocupa y ha tratado de elegir los entornos que ostenten paisajes de singular cromatismo y que posea los recursos vitales para su sobrevivencia, para dejar de lado ese arriesgado nomadismo al que recurrió durante miles de años,  para optar por un acentuado sedentarismo de diversas formas, toda esa trama de ambientes geológicos que las manos del tiempo las esculpió durante millones de años, se le denomina patrimonio natural.

Pero, cuando el hombre elige un entorno que le sirva de hábitat, en dicho escenario tratará  de concretar todas sus aspiraciones  dentro de un marco de singular y especial afinidad genética, que es el sustento de su genoma social que  se inicia con la pequeña aldea, para luego fundar los pueblos, proseguir con las ciudades, derivar en urbes para culminar con las megalópolis que ostentan aparente progreso y compleja configuración, cada una de estos conglomerados humanos  con características y parámetros definidos.

Los primeros asentamientos eligieron los mejores entornos naturales y le van adosando estructuras sin romper groseramente el marco paisajista, que constituyen los primeros albergues de variada disposición y composición, pero de gran funcionalidad, para ello primero eligen un centro con especial prospección y proyección geopolítica, donde se advierta especialmente luminosidad, y que emane  efluvios telúricos, esotéricos, mágicos, para que respire aromas de una atmósfera con un equilibrio natural sin interferencia de  partículas  contaminantes como resultado de una falsa modernidad,  lo que más les interesa es ubicar sus aposentos orientados  al saliente y al poniente para mantener una atmósfera libre de impurezas y un clima funcional y equilibrado que precisa en las épocas de calor y cuando asoma los tiempos de frío.

De esos ambientes se han erigido en todas las latitudes, los cuales ya las han tipificados y codificados secuencialmente y hoy por hoy constituyen la herencia cultural de la humanidad, pero, para ubicarlos en su marco tempo espacial que les corresponde, se está recurriendo a métodos de datación del pasado para asignarles cronologías que no admitan duda,  existen  algunas evidencias  que increíblemente aún no se sabe cómo han sido concebidos, y cuál ha sido su función, y es donde radica su misterio y encanto  dando opción a que el mito, la leyenda y la imaginación asuman especial protagonismo y trascendencia, porque guardan herméticamente el enigma de sus orígenes, a los que se les ha denominado perfiles arqueológicos, los mismos constituyen la herencia de nuestros ancestros, y para lograr evaluarlos de acuerdo a la trascendencia que ostentan y elegirlos como únicos y sin paralelo, se han implementado instituciones  para cautelar su integridad, perfiles que deben ser intocados, debido a que si aún no se sabe cómo han sido concebidos  y erigidos, es la razón por la que no podemos tratar de restaurarlos porque devienen en groseras distorsiones que atentan contra su integridad y majestuosidad  que  deforman  el paisaje urbano  e incide en alterar  el paisaje humano, en el Perú cuna de las civilizaciones más emblemáticas donde existen  infinidad de perfiles, sólo nos referiremos a algunos como el Templo de Koricancha, el centro ceremonial de Machupicchu, Sacsayhuaman entre otros  cuya cronología se remonta a los albores de la civilización y que paradójicamente están descuidados. Y que debieran ser protegidos. Otros ante el incontenible progreso están soportando adecuaciones que inciden más en la forma tratando de mantener y conservar el fondo del mensaje del pasado, como lo ocurrido en Egipto con el Templo de Ramses II, y en la construcción de la represa de las tres gargantas en China.

Mientras que los monumentos históricos son aquellos perfiles de reciente data,  y son la consecuencia de las permanentes guerras e invasiones, los vencedores asimilan de los pueblos a los que los someten lo mejor de su arte especialmente el referido a su arquitectura y recurriendo a la sinergia de los especialistas del más alto nivel conciben nuevos perfiles que nos muestran estructuras de una cobertura de singular belleza, a los que los han denominado como monumentos históricos, y que la UNESCO cuidadosamente los selecciona y los unge como Patrimonio Cultural de la HUMANIDAD.

Monumento histórico, es aquel perfil que sí se sabe  cómo ha sido concebido, se tienen los planos intuidos con los motivos y la razón por los cuales han sido erigidos obedeciendo los designios que definen su orientación social, religioso, militar, etc., etc., amén de escoger los materiales que le deben adosar para darles en unos casos funcionalidad y prestancia y a otros ostentación y lujo extremo,  para que muestren singular relevancia les adosan materiales de calidad, porque los metales, la piedra y la madera tienen una escala de valores que le imprimen singular encanto, y si colapsara se los puede reconstruir y  adosarles  algunos rasgos muy sutilmente y adecuarlos a los tiempos que cambian y las generaciones puedan admirarlos y advertir que dichas modificaciones que  inciden más en la forma que en el fondo, para que siga manteniendo su esencia artística  y los que vengan después puedan advertir que no lo alteró en lo más mínimo y sigue manteniendo la esencia  de su intimidad étnica de los que  lo concibieron.

Pero si a un monumento histórico se le cambia su función para el cual fue concebido, deja de serlo, como el caso concreto de un monasterio, donde moraban religiosas dedicadas al recogimiento, penitencia, oración y expiación, y que por razones estrictamente comerciales, sea implementado y habilitado para un albergue de hospedaje de varias estrellas, para destinarlo como hotel de lujo donde uno concurre por placer, diversión y satisfacción y de paso para pernoctar,  ese monumento histórico deja  de serlo.

Arequipa, en la época prehispánica ha constituido un valle interandino ubicado en la región Quechua, entorno eminentemente agrícola y que constituía lugar de tránsito para mantener la co-tradición entre el ande y el litoral, pero por razones geopolíticas había que aprovechar su riqueza hídrica que repercutía en la agricultura, y gozar de su óptimo clima para determinados frutos propios de la región de acuerdo a la composición de sus tierras, por esta razón se implementó andenerías que constituyen un aporte de tecnología agrícola que para ese entonces era una técnica sin precedentes para aprovechar sus bondades equitativamente, y no desperdiciar la ley de la gravedad y ahorrarle esfuerzo al habitante de esta región, es la razón por la que en todo el entorno se puede admirar andenerías que son testimonio material de su dominio en este rubro, pero, sin descuidar su cosmovisión eminentemente panteísta, y la prueba elocuente son sus cementerios precolombinos estudiados, y gracias a  los elementos diagnósticos rescatados se sabe que  ha tenido una fuerte influencia Colla, como lo certifican las osamentas y ceramios, amén de que muchos sitios los bautizaban con topónimos de origen aymara, quechua, y puquina y las lenguas que se hablaban en este valle, esta  es la razón por la que no se le puede considerar al valle de Arequipa como una zona de especial trascendencia arqueológica, en comparación a otras que si la ostentan, pero mantenían su sentimiento  eminentemente panteísta.

Cuando los españoles toman  posesión del valle de Arequipa, el 15 de agosto de 1,540, que llegan huyendo  de Camaná que fue fundada el 9 de noviembre de 1539, amenazados por una peste a la cual la temían, se encuentran  en su ascenso a la zona alto andina con este valle de singular ecología, y al no encontrar perfiles de sólida consistencia arqueológica como en el Cusco, tienen a su merced una superficie casi plana,  con pequeñas inclinaciones que no son impedimento para lograr una planificada disposición urbana, y para erigir la ciudad toman  el modelo del damero de  Pizarro, e implantan una pequeña ciudad española e imponen una arquitectura de autoridad consistente en monasterios, conventos, iglesias parroquias, a las que les asignan áreas en los sitios estratégicos, y en lo referente a la arquitectura social levantan, palacios, castillos, mansiones con áreas de 2,500 metros cuadrados de superficie, dividida en cuarteles o cuadras de 10,000 metros cuadrados cada una que alberga cuatro casonas para que vivan los nobles que ocuparon toda una manzana, esta sumisión incondicional a España le mereció que sea la ciudad que ostenta más títulos nobiliarios como ninguna otra de esta parte de América, por ello la declaran la  villa, la muy noble,  la muy leal, la muy fidelísima, la muy goda, la muy hispana, etc., etc., y desde ese entonces ya se advierte una marcada y hasta discriminatoria estratificación social de chozas, tambos y mansiones.

Se esmeran en ubicar la plaza de Armas, en el lugar más estratégico para que concurran todos los feligreses, pero, para erigir los perfiles convocan a los alarifes hispanos, mestizos e indios y le adosan los rasgos  y patrones  de la arquitectura de esa Europa Monárquica del puro estilo románico, pero en tránsito al gótico, con todos esos elementos erigen la basílica catedral, a la que le adosan columnas renacentistas que muestran una perspectiva de singular fisonomía comparable tan sólo al templo mayor de la cristiandad que  está en el Vaticano, arcos romanos de sólida  consistencia, su luminosidad rompe con los patrones de las demás iglesias del Perú,  que son demasiado oscuras y ófricas que asemejan fortalezas, complementan el entorno andenerías de manufactura precolombina que le dan una prestancia de singular relieve.

Arequipa, es un perfil más histórico que arqueológico, es por ello que existen estructuras que han sido declaradas monumentos históricos, para ello han  contribuido especialistas en este rubro, pero, tenemos que reconocer que está en completo abandono, y  a punto de perder el galardón que le concedieron el año 2,000, como Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Hasta no ha mucho en sus perfiles se advertía armonía entre el paisaje urbano y humano, en concordancia con el entorno ecológico, con una limpidez en su cielo que permitía que los habitantes puedan disfrutar de un equilibrado cromatismo y admirar todos los tonos de luz en el transcurso del día, y quedar convertida en una acuarela natural donde el color  adquiere la mutación de especiales matices en complicidad con la luminosidad que ostenta sin temor a equivocarme constituye uno de los más transparentes de esta región que persuadió a que sus hijos orienten sus dones al arte y tareas afines como la pintura, la poesía, la música, la escultura etc., etc., y el equilibrio ecológico de su altitud moderada posibilitó dotarle al hombre de esta tierra de una pujanza sin precedentes para concretar sus aspiraciones, y para complementar su espectro cultural, existen infinidad de  centros de difusión del arte, recurriendo a su capital humano de prístina cobertura y sensibilidad que promueven exposiciones, conferencias, debates, congresos para elevar el presupuesto de erudición del ciudadano común y corriente que representa el paisaje humano al cual se esmeran en dotarle de una fuerte dosis de aspiraciones al hombre de este entorno.

Para complementar y lograr que el actor logre equilibrio emocional  y calidad de vida dispone de una exquisita gastronomía, para ello cuenta con la complicidad de ingredientes consistentes en yerbas aromáticas y digestivas para obtener la sazón que se requiere para satisfacer el paladar del arequipeño y  de los que vienen a su encuentro, pero para obtener ese privilegio pleno de satisfacciones, precisa de una alquimia que es todo un arte, cuenta con la complicidad de un laboratorio donde la joncha o el fogón, le brinda el calor de una temperatura moderada pero controlada, la olla de barro de  base cóncava de forma circular que propicia especial funcionalidad y equilibrio, y para darle el toque final a toda esta parafernalia, sólo es posible degustar estas delicias que es todo un ritual que cuenta con los atributos de las manos prodigiosas de la mujer nacida en este entorno, complementa esta atmósfera culinaria, la chomba de chicha que está en permanente ebullición, y junto a un cogollo de la bebida sagrada de los incas y en torno a una mesa de rústicos perfiles en permanente coloquio de aguda reflexión se han fermentado las revoluciones más emblemáticas del Perú, así como es exigente para la buena comida, también son implacables cuando algún proyecto de gobernante comete algún  despropósito que pretende alterar la sed de libertad que ostenta este pueblos valeroso y contestatario.

Lamentablemente no tenemos autoridades que estén a la altura de las circunstancias, y por desconocimiento de la función que se les encomienda interfieren y detienen el inevitable progreso de esta ciudad de perfiles únicos, no tienen idea de las progresiones urbanas y de población, no admiten su explosión demográfica ni le dan la cobertura que se precisa, no aceptan que se están dando grandes cambios, que constituyen las revoluciones del silgo XXI, esas callejas diseñadas para la colonia que albergaban aparentemente cómodas una población de 10,000 habitantes con una progresión y proyección de hasta 50,000, de repente ingresa a la edad moderna y  esté soportando el flujo de  un conglomerado de población de más de un millón.

Arequipa constituye la experiencia étnica de mayor connotación de esta parte del Perú con un estilo de vida digna de ser emulada, así lo certifican las evidencias materiales rescatadas por los arqueólogos, que desvelado que en los inicios de la colonia se implementaron servicios de agua, y desagüe manufacturando tubos de cerámica vidriada revestidos con sillares para un adecuada protección de un diámetro funcional de acuerdo a la población que ostentaba, esta experiencia fue una de las primeras en América del sur.
Por estar en una zona sísmica Arequipa ha soportado en 400 años más de 30 terremotos de todas las intensidades y muchos monumentos emblemáticos fueron a parar por los suelos y en su restauración modificaron algunos rasgos y perfiles en especial el de la catedral que  ya asomaba al estilo gótico, el maridaje de alarifes nativos e indios en su restauración prescinden de algunos rasgos para adosarle otros cambiando el rostro pero sin perder su esencia mística, deja de lado la rigidez de las líneas de las torres y para darle movimiento le adosan curvaturas para lograr más prestancia y monumentalidad y las bautizan como las chocolateras, elimina los cajoncitos que estaban ubicado en el ingreso a la catedral, prescinden de las metopas que les adosaron en el friso central, para lograr la sobriedad que muestra, y ahora se yergue como el perfil más sobrio de esta parte de América, sumado a la simetría del entorno que ostenta una simetría  sin paralelo, digno de ser emulado e imitada conformada por los portales que nos muestran una armonía sin precedentes y  la consagran definitivamente como la expresión de majestuosa monumentalidad.

La explosión demográfica generó incontenible tugurización, y para amenguar en algo el flujo vehicular, obligó a los urbanistas ganarle parte del cauce del río Chili para implementar la Avenida de la Marina, y lograr un discurrir fluido, para ello habilitaron dos arcos de los cinco que ostenta el puente Bolognesi, convirtiéndolos en sendas pistas y para lograr la conexión con el puente Grau tuvieron que aperturar un arco, porque tenía tres, esto fue posible cuando todavía no se le considerada su estructura como monumento histórico para lograr una adecuada conexión, pero le faltó la consistencia que se precisaba y un aluvión el año 1975 lo hizo colapsar, esto es posible cuando existe  criterio técnico y el buen deseo de sincronizar el inevitable  progreso sin oponerse por oponerse para dar paso a una ciudad que está soportando una explosión incontenible de su población, esta política debe aplicarse  también con otros perfiles que de monumentos ya no tienen lo más significativo, para muy sutilmente acceder el paso al futuro, sin perder su esencia antes de que la UNESCO determine quitarle el galardón de Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad. Pero la adecuación debe contar con técnicos conocedores del oficio, y evitar que colapse como ocurrió años ha.

En las principales plazas de Europa, en sitios estratégicamente elegidos han ubicado obeliscos originales traídos desde Egipto para darle solemnidad a estos escenarios, debido a que no han podido concebir un perfil más sobrio, que nos muestre equilibrio en sus líneas que  ostenta  y tácitamente traslucen singular prestancia  con un  mensaje sin tiempo que resume la concepción de la que los concibieron,  que difiere con las de su entorno donde se advierten rasgos y líneas recargadas con hitos arquitectónicos que resumen una época de vanidad  para satisfacer el ego de ese entonces, y los arcos del triunfo están rociados en todo Europa sin que le resten unidad estética, más bien complementan el entorno, y son la inspiración de personajes insuflados de exquisita sensibilidad y exuberancia de motivos, pero la cobertura para el futuro será breve porque representan gestos individuales que definieron una época, y en su honor se erigen monumentos a su memoria sin la trascendencia debida y con la  efervescencia  política que viven los derriban para dar paso a otros más emblemáticos que constituyen el sincretismo del cambio de era, como pudimos advertir en Bruselas los perfiles de la era atómica, en su composición concurren varios elementos donde se advierte la estructura de la fisión nuclear, para invitar al visitante que haga una abstracción de cuanto está cambiando el mundo.

La tierra crece en forma incontenible y en su población que está generando cambios vertiginosamente, y  para satisfacer la demanda de una explosión demográfica que en sus inicios fue ínfima, ahora  soporta la demanda de 1,000 millones de negros; 2,000 millones de asiáticos; 500 millones de latinos, trigueños o morenos;  50 millones de indios americanos; 1,000 millones de blancos; 1,200 millones de moros; 1,200 millones de hindúes; y el saldo compuesto de varios pintos. Todo ese conglomerado de grupos humanos quieren llegar a Europa, pero, el flujo que está recibiendo es cada día más intenso, y que ya se siente la tugurización en sus principales centros de atracción cultural y turística, que los está obligando adecuarse a la modernidad, y algunos se quejan de que están invadiendo su privacidad.

Hay ciudades que están recibiendo hasta  26,5 millones de turistas al año, como Hong Kong, y para concretar  este  desafió han tenido que implementar los mecanismos para lograr funcionalidad y la operatividad que se precisa porque el turismo consiste en ampliar  nuestra cobertura cultural e intelectual y estar al día con la era cibernética  a la que hemos ingresado en el Siglo XXI.

He culminado de escrutar en Europa algunos países que me faltaban para tener un contexto de su espectro, me he convencido que constituye un continente museo, trata de mantener sus rostros  saturados de tradición, que representa su herencia material donde reposan con especial sincretismo la intención de los gestos de quienes han sido sus protagonistas, ostenta aún perfiles arquitectónicos de una extremada monumentalidad  para satisfacer el ego de toda una época que han servido como referencia para que  otras latitudes los tomen como modelo desdeñando los suyos con mayor contexto y donde reside los principios de su intimidad étnica y cultural vigentes para una cobertura de tiempo acordes con esa época, pero, en Europa el avance inexorable los está dejando sin contexto, porque en otras latitudes se erigen ciudades de reciente data, que en complicidad de era cibernética está logrando proyecciones inimaginables, donde convergen todos los desafíos arquitectónicos y en complicidad con la tecnología de última generación están quedando convertidas en ciudades inteligentes, que hasta cierto punto algunas son inaccesibles  si uno no está a la altura de las circunstancias, como es el caso de Dubai y la futura ciudad de Neom que ya está intuida, donde la robótica tomará activa participación a partir del 2,030 que está a la vuelta de esquina, y los taxis serán suplantados por drones para una mejor operatividad.
Los principales centros de atracción cultural, mística, artística y religiosa del mundo que antes todos soñaban conocer ya están perdiendo vigencia, y sus encantos y misterios están quedando relegadas en el tiempo, porque las nuevas generaciones ya tienen otra cobertura y contexto  del futuro al cual desean y deben adecuarse a su arrollador avance y ese núcleo  de escenarios está conformado por las ciudades inteligentes y a las cuales será difícil acceder a los países del tercer mundo, por su reducido presupuesto de erudición en lo referente a las comunicaciones a las que les han adosado tecnología fuera del sentido común que nos acompañó durante siglos.

Los centros de peregrinación, meditación y expiación que antes estaban colmados de seguidores como Roma la cuna de cristiandad ahora tan sólo recibe 9,3  millones de turistas, remarcando que todos no son feligreses, y en Arabia Saudita donde erigieron La Meca ahora concurren 7,9 millones de seguidores, para una población de más 7,300 millones de habitantes que ostenta nuestra depredada, contaminada, sobre explotada, y maltratada morada, y que la paranoia de los dueños del mundo que son unos cuantos ricos que no pasan de cien, en complicidad con sus lacayos y esbirros, y que ya es su propiedad privada y que con sus despropósitos están rompiendo el equilibrio de la capacidad de resiliencia de nuestra naturaleza que ostentaba y que albergó a millones de millones de especies durante millones de años, nos están conduciendo a un final que no lo merecemos y que es el suicido de la civilización.

En el momento en que escribo estas líneas están en aire más de 20 millones de turistas, que se están desplazando a los nuevos atractivos por vía área y otro porcentaje aún mayor recurren a otros medios para llegar a sus destinos preferidos, como Dubai, Malasia en el Oriente, Estambul, Amsterdan y Nueva York  y se han implementado modernos aeropuertos que están diseñados con ese fin y aquellos que no cuentan con estos requisitos los están implementando para no quedarse fuera del listado de la ciudades inteligentes que ha propiciado el avance cibernético del Siglo XX, y para no sufrir el síndrome de la genteresclorósis, sus principales avenidas cuentan con la complicidad de modernos sistemas para el desplazamiento con fluidez de los que los visitan, porque el tiempo es oro y la exactitud es primordial, hasta no ha mucho cuando visité Buenos Aires su desafío urbanístico fue implementar una avenida de 24 carriles la 9 de Julio, como la más amplia de Sudamérica para ese entonces, ya fue superada, ahora hay ciudades que han implementado 64 carriles y se está habilitando en China  cerca de Pekín una de 120 y que a lo mejor cuando se difunda este artículo ya la han habilitado porque los chinos son tan efectivos que un rascacielos de 30 pisos lo erigen tan sólo en 20 días.

Tokio nos merece especial mención porque constituye la ciudad más tecnológica del mundo,  Pekín no se queda a la saga, está proyectando una ciudad para 120 millones de habitantes.

Ya se ha trazado la línea que separa las ciudades inteligentes de las otras, hay ciudades con atractivos de  primer orden, ciudades de segundo orden que se están adecuando a las exigencias de la modernidad y las otras que son las más y que poseen únicos e envidiables recursos naturales, culturales e inmateriales que pese a sus buenas intenciones, pero, por la desidia e ignorancias de sus supuestos promotores como el Perú  y que ya estamos al margen de ese círculo privilegiado del turismo que avanza incontenible,  por las limitaciones que oportunamente nos las hemos sabido superar, porque nunca tuvimos autoridades que estén a la altura de las  circunstancias  de nuestro inigualable patrimonio.

Paradójicamente las ciudades que heredaron infinidad de ruinas, y que ostentan un envidiable pasado y que se pretendió ponerlas en valor, somos los más arruinados, pero hacemos la salvedad que no por culpa de los arqueólogos, esto es la consecuencia de no haber contado con una eficiente política cultural y de proyección turística, en estas circunstancia tan complejas a la que hemos derivado lo único que nos queda es resignarnos a implementar un turismo místico con serias limitaciones para revalorar nuestra cosmovisión.
Hoy por hoy los museos los están adecuando a la modernidad, a otros inclusive les están implementando el apoyo de ascensores en sitios que antes eran intocados, porque rompía el marco tempo-espacial como lo pudimos constatar en el Coliseo Romano que hace poco  lo han reabierto para penetrar en sus interiores donde está toda la trama de su verdadera historia, que simboliza una cultura de muerte, y de poco respeto a la vida, pero al fin y al cabo cultura que hay que visitarlo por ser un atractivo más turístico que cultural y donde la curiosidad adquiere especial protagonismo.

En París cerca del entorno del Museo de Luvre, han erigido una pirámide de cristal, para conjugar líneas arquitectónicas de ayer y hoy, con diseños y materiales hábilmente sincronizados con especial sinergia que sugiere a los que los visitan como convergen varias épocas, que simbolizan la inspiración de varias generaciones que han discurrido por esos parajes.

Aquí en América, el Perú y en especial en Arequipa, somos fieles seguidores de la parafernalia de la vieja Europa,  en las principales plazas se han erigido para desafiar al tiempo perfiles de personajes sin la trascendencia debida, salvo honrosas excepciones, los monumentos deben ser orientados con fines didácticos, y con amplia cobertura social sin discriminaciones.

Felizmente Arequipa, aún constituye un testimonio material de una época definida con la que culmina el Siglo XX, pero, hay que agradecer al genio del Arquitecto Brasileño Niemeyer  que  inició en Brasilia una arquitectura con proyección al Siglo XXI, dejando de lado los patrones  que nos acompañaron por más de 2,000 años y que se advierte en las principales ciudades de Europa y América, imprimiéndolos a los nuevos perfiles rasgos con vuelo y movimiento, que complementan el paisaje urbano con proyección al siglo en que vivimos y que ya se advierte en las grandes urbes como es el caso concreto de Dubai ciudad de Arabia que hoy por hoy es el máximo exponente de la arquitectura del futuro.

El cambio de siglo de repente está generando grandes mutaciones de toda índole, movimientos, revoluciones que más inciden en involuciones que en evoluciones, con honrosas excepciones,  sumado a que ya hemos ingresado  inevitablemente a la era digital, y que nos está conduciendo peligrosamente a la era de  la robotización y que estamos desembocando en la suplantación de nuestra aparente y limitada inteligencia  por la artificial que se ha convertido en el desafió impredecible del futuro, porque la nuestra si no la sabemos sincronizar debidamente  ya nos está mostrando serias limitaciones, debido a que la inteligencia artificial ya la está superando en muchos aspectos de la que ostentamos, pero, el vertiginoso discurrir del tiempo no admite vacilaciones, ni quedarnos estáticos, lo que alguna vez, sugerí en un artículo que debemos convivir sin escrúpulos ni discriminaciones los hijos de la ubre con los hijos de la urbe, en este incontenible y aparente progreso están dejando sin consistencia los fundamentos étnicos de su cosmovisión que es el sustento de sus tradiciones, que es el único don que les queda a los hijos de la ubre, de transitar por su calles que están saturadas de afecto y donde aún el dialogo amical tiene a sus mejores exponentes, que es el sino de su intimidad.

La permanente reflexión de destacados planificadores, cautelosos de los escenarios públicos, y que colaboran con la revaloración de los espacios más emblemáticos a los que tiene acceso la comunidad se debe deslindar sus parámetros, como lo que se está aplicando en un estado de Francia, concretamente en el condado de Ploermel cuando en alguna oportunidad le adosaron iconos religiosos y con una ordenanza los retiraron porque debe  respetarse los lugares públicos y no se le debe adosar otros que no tengan ese carácter y lo han efectuado  amparados en un sustento legal, eso lo hemos advertido no ha mucho en una gestión realizada por el Alcalde de Poermel por no haber respetado estrictamente el propósito de los que la concibieron, esto nos sugiere muy sutilmente efectuar una revisión de los escenarios y plazas públicas, especialmente en el Perú, que groseramente los han suplantado en los escenarios públicos más emblemáticos, con otros que desdicen y se contraponen a nuestra identidad.

En el futuro se deben erigir perfiles que propendan a integrarnos para evitar la odiosa discriminación.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario