martes, 18 de abril de 2017

Los genes y los memes. De las revoluciones del siglo xx (parte III)


Escribe: Manuel Huanqui Hurtado

Para completar este circuito de ironías que ocurren en nuestro querido Perú, cuando en alguna oportunidad llegan a la Facultad de Letras, donde están instalados los pabellones de idiomas, nuestras discriminación y marginación académica que se advierte en la distribución de ambientes, es risible, uno observaba con asombro que los que estaban bien acondicionados, eran: el Pabellón del idioma Inglés, el Pabellón de Francés, el Pabellón de Italiano, etc., y cuando uno por curiosidad pregunta, o cuando llega un extranjero que investiga nuestras lenguas, e indaga dónde está el Pabellón de la lengua Quechua y Aymara, primero se sorprenden, y después los derivan y les refieren con displicencia, que debajo de las gradas hay una barraca, un ambiente poco decoroso, donde lo atenderá un personaje folclórico, que le dará referencias sobre los dialectos y lengua aborígenes. Ojala que esta actitud se haya superado.

Con referencia al idioma Chino, que ni se lo tomaba en cuenta en otrora, pero, por la contundencia que va adquiriendo, por su cobertura étnica que revive con fuerza, por ostentar genes y memes consistentes, y debido a que su proyección, lo sindica como el idioma del futuro, y por la contundencia que va asumiendo, se están habilitando en forma acelerada en todo el mundo, pabellones e institutos dedicados a la enseñanza del idioma chino, relegando a los idiomas emblemáticos que ya están perdiendo cobertura.

Cuando rememoro esos tiempos de mi vida universitaria de los 60 y 70, y trato de ubicar a esos líderes que compartían conmigo algunas inquietudes, ahora que gobierna Rusia el Gran Putin, porque no los invita a esos genios de la política, y veo con asombro que esos ideólogos, esos teóricos, esos diletantes, estafadores de la política, y especuladores que en mis tiempos fungían de líderes, y viajaban a Rusia a nutrirse y reciclarse de esas ideologías, que se llenaban la boca con José Carlos Mariátegui y sus siete ensayos, y soñaban con implantar la dictadura del proletariado.

Ahora ocupan los puestos más representativos de la región, a los cuales maquiavélicamente han accedido, pero, por falta de consistencia genética y étnica, sus gestiones han resultados poco eficientes, por no decir un fracaso, por su escaso presupuesto de erudición política, y haber demostrado que eran unos revolucionarios de bolsillo y agitadores de pupitre.

Por la grandeza del Perú, por la riqueza que ostenta, como consecuencia de haber tenido en otrora genes y meses consistentes, pero, que desde hace varios siglos, se ha convertido en un repositorio de todas las etnias, que están copando instituciones representativas, tan es así, que para el Congreso han salido elegidos una miscelánea de portadores de genes y memes inconsistentes, y discriminan nuestros apellidos, nombres, atuendos, nuestro fenoma y biotipo.

Aún recuerdo que en cierta oportunidad, y el Perú es testigo que por voto popular llego al Congreso una representante del Perú profundo, con un apellido muy nuestro, y asistía a las sesiones del parlamento con los atuendos representativos del mundo andino, para que sus seguidores sientan orgullo de ella, plenos de color, con su pollera multicolor y diseño funcional, su montera, era motivo de burla, y si quería expresar en quechua sus pedidos, que eran los anhelos de su pueblo, por los cuales había accedido al congreso, no se lo permitían, pero, por esos designios del destino, también accedió un personaje de apellido extranjero, difícil de pronunciar, con otro fenotipo y biotipo, que manejaba el idioma de cervantes con suma elocuencia y propiedad, que ningún miembro del congreso se acercaba a ese nivel que ostentaba. Esa fue una muestra de las más odiosa discriminación a nuestro espectro cultural, pero, cuando se trata de obtener objetivos y dividendos políticos, en forma maquiavélica, recurren sin prejuicios y escrúpulos, y sin respetar nuestra intimidad étnica y cultural, y como saben muy bien que los nuestros se comunican con mayor contundencia con el ícono, recurren a él, eso lo hemos comprobado en las elecciones de 1,990, que, para competir con Mario Vargas Llosa, un peruano de ostentaba talla y estatura de estadista, los antropólogos y asesores de la derecha, que tienen todo a su merced, buscaron a un ilustre desconocido, que sólo tenía unos rasgos de nuestro fenotipo, le adosaron un chullo, un poncho, posó junto a una llama, con una leyenda que rezaba “un presidente como tú” y salió elegido el señor Fujimori, después el Perú asombrado se dio cuenta que si bien es cierto tenía cierta afinidad con los habitantes del mundo andino, por el rostro, el apellido era oriental, nos develó, que dentro de este individuo, había un japonés bien metido, con otro genoma social.

Después de esta experiencia, y lograr dividir más a nuestro pueblo, recurrieron al icono del cholo, que también lo lograron con relativo éxito, distrayendo las justas reivindicaciones del clamor popular, para seguir postergando sus legítimos derechos.

Como siempre los medios de comunicación y los asesores conformados por antropólogos culturales, nativos y foráneos, ya están digitando la nueva cobertura política, aún, no ha transcurrido ni la mitad del periodo de gobierno, sin el éxito esperado, ya empiezan a manosear y jugar con las encuestas, ya están en escena muy prematuramente dos damas, ambas tienen el mismo fenotipo, pero, difieren en el genotipo, una es de origen oriental, y la otra aspirante tiene ascendencia mestiza.

Estoy seguro que cuando se inicie la carrera política, ambas sin respetarse a sí mismas, y a la intimidad del mundo andino, recurrirán a los atuendos que nuestra congresista mostraba en el parlamento y con polleras multicolores, monteras, chamarras, con esos atuendos iniciaran sus giras para ganar adeptos por todos los pueblos del Perú profundo, con toda la comparsa de ayayeros, adulones, sobones, para pretender demostrar su aparente identidad con nuestra etnias, a mi juicio quien puede sacar aparente ventaja, de estas dos aspirantes, es quien hable el aymara y quechua con propiedad, quien baile nuestras danzas auténticas sin distorsiones, e interprete nuestra música, quien domine los fundamentos de la cosmovisión andina, lo que modernamente se conoce como memes, que por cierto pareciera que se trata de una utopía o un aparente avance étnico. El matriarcado está ganando consenso en el Perú y el mundo, dejando de lado a los políticos, y sin temor a equivocarme en nuestra historia de aparente vida republicana, no hemos tenido un solo presidente digno del Perú, la historia mal habida que nos endilgaron, registra algunos personajes, desde los más dogmáticos y obcecados teóricos, ideólogos, paranoicos, adictos a alucinógenos, ególatras, demagogos, etc., etc., pero carentes de nuestro fenotipo y biotipo. Pero, con el avance de la cibernética, nos puede deparar alguna sorpresa, en la próxima elección para lo cual debemos estar preparados.

Es impostergable que la nueva generación de los herederos de la cultura andina, deben optar por una nueva propuesta, para rescatar nuestra identidad en función a la educación, y los principios éticos y morales, para comportarnos como un auténtico pueblo testimonio, y no como vulgares trasplantados. Los genes y los memes de la cultura andina, por la fuerza que ostenta, están latentes y listos a emerger, las causas existen, solo falta el pretexto que sirva como detonante para reiniciar nuestra reivindicación, si los españoles soportaron nueve siglos, nosotros no pasaremos de los seis.

Superemos todas estas especulaciones filosóficas y políticas que tanto daño nos causaron, quiero terminar esta vivencia, rememorando de como muy sutilmente los tipificamos en la universidad a esos seudo-marxistas en tres categorías:

1. Los marxistas auténticos: que no había uno en la universidad.
2. Los marxistas que daban exámenes de rezagados en marzo, eran la gran mayoría.
3. Los marxistas por conveniencia, que abundan en todas instituciones representativas.

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