lunes, 3 de abril de 2017

Democracia u Oclocracia


Escribe: Dr. Manuel Huanqui Hurtado

Gracias a la sincronización y codificación de la sabiduría, inteligencia, ciencia y tecnología, de todas las vivencias y experiencias concebidas por las etnias de todos los pigmentos, que nos han precedido, y que han intuido y concretado desde sus orígenes hace más de 70,000 años, formas de gobierno, y otros aspectos más, que constituyen la memoria de la humanidad, ahora tenemos el espectro de los perfiles más emblemáticos de la cultura universal, y recién despojados de todo dogmatismo, superstición, discriminación, xenofobia y alienación, que nos sumieron en la cultura del miedo y la resignación, por etnias que se atribuyeron cierto grado de superioridad y nos impusieron sus designios, ahora podemos colegir lo siguiente.

Al respecto tenemos que manifestar, que la evolución de las especies, que fue satanizada, ahora ya es admitida plenamente por el sustento científico qué ostenta. Ya sé tiene la secuencia codificada de nuestros orígenes en lo referente al cosmos y la de nuestra especie, y tenemos que admitir que nuestro abuelo fue negro oriundo del África, y que al iniciar su fatigoso y riesgoso nomadismo por los continentes que estaban en su entorno, se fue despigmentando, y fue perfilando su arquitectura humana, y que el medio ambiente contribuyó decididamente en ir definiendo las características de su anatomía, que identifica a cada etnia.

La aventura del hombre cada día se torna más interesante y preocupante, y todo lo enigmático, que hasta no ha mucho prevalecía, referente a quién creó al hombre, cómo y cuándo, todas esas dudas y mitos se están develando, para dar paso a la versión científica, seria y sobria.

Los designios naturales que fueron el sustento de las concepciones panteístas ancestrales, están jugando un rol protagónico y están recobrando inusitada vigencia, por la trascendencia que ostentan. Los designios divinos que tuvieron como sustento las especulaciones de personajes iluminados que asumieron los liderazgos de sus comunidades, y que con especial mística intuyeron principios éticos y morales, para vivir en paz y armonía, que luego derivaron en sentimientos religiosos, están en permanente pugna por hacer prevalecer algunos designios que han perdido cobertura social, y que lo étnico está definiendo su proyección política.

Y los designios humanos, que con el correr de los años fueron adquiriendo inusitado protagonismo, a tal punto, que obcecadamente desafían los designios naturales y divinos y que están propiciando el deterioro irreversible de nuestro entorno, y que es la causa de los grandes cambios climáticos, trastornos geológicos, desastres naturales, que está causando el recalentamiento global y social, y están propiciando la extinción de las especies, y en un futuro no muy lejano, el hombre también será víctima de este despropósito.

Desde hace miles de años, los hombres que nos han precedido, han experimentado con diversas formas de gobierno, desde la forma más simple, pero, la más contundente, y que se inicia en la cueva pre-histórica, donde el Chaman premunido de especiales poderes, traducía e interpretaba, con genial predisposición el mensaje de la naturaleza, y con mucha intuición, codificó el comportamiento de su entorno, actitud conocida como panteísmo, y que sabiamente resumimos su actitud, de vivir en comunión con la naturaleza, porque eran conscientes que no podían modificar sus designios, que están por encima de todos los que existen, los admitían, y se adecuaban a ese comportamiento.

Después del Chamán, Brujo, o Hechicero, que estaba premunido de especial intuición, perspicacia, sensibilidad, predisposición, inteligencia, voluntad, etc., etc., sincronizaba todos estos atributos, para tomar las decisiones que eran de vida o muerte para el destino del hombre, dotes que eran más que suficientes para presidir al grupo y orientarlo, con seriedad y sobriedad.

Después de prolongada experimentación del liderazgo del hombre, devino el matriarcado, y que muchos estudiosos admiten que fue la forma de gobierno que ostentó mayor cobertura en todos los aspectos.

Luego las presencias culturales de milenaria data, propiciaron la aparición de personajes que como resultado de agudas reflexiones, y premunidos de especial mística, comienzan a intuir principios éticos y morales que iban a regir sus destinos, al margen de ir perfilando la concepción física de su mundo.

Así, emergen en África Mahoma, en Asia Buda, y en Europa Jesús, y en nuestra América, o Hatun Suyo, así denominada en lengua nativa, se advierte la presencia de Pachacamac y Wiracocha, quienes intuyen y concretan la concepción de principios éticos y morales, inspirados en la voluntad de la comunidad, y que constituye el sincretismo de esa filosofía aún no superada, resumida en cuatro principios Ama Hulla, no seas mentiroso, Ama Kella, no seas ocioso, Ama Sua, no seas ladrón y Ama Maqka, no seas deshonesto, que era el sustento y esencia de la cosmovisión andina, que después con la intromisión de Occidente, derivaran en normas, principios, leyes, que codificadas darán paso a las constituciones que regirán los destinos de los pueblos.

Europa fue el continente repositorio de todas las inquietudes que las etnias de los imperios hegemónicos concretaron, y que nos impusieron prepotentemente sus designios, posponiendo los principios éticos y morales de las culturas matrices de la humanidad, que ostentan genes y memes consistentes, que aún milagrosamente prevalecen, pese a la brutal imposición del espectro político, económico y religioso de esa Europa decadente, nuestras etnias se mantienen incólumes, pese a la discriminación y xenofobia de los invasores.

Los filósofos de todas las canteras comenzaron a intuir formas de gobierno, para decidir sus destinos, y para seguir hurtando el patrimonio material de los pueblos de su entorno que ostentaban otra cosmovisión, y de esta manera justificar su reprochable actitud.

Los últimos veinte siglos que han transcurrido, constituyen los más degradantes para la especie humana, debido a que todas las experiencias político-sociales que se implementaban en esa Europa decadente, las instauraban también en sus colonias.

Una de las instituciones que fue instaurada después de permanentes pugnas, fue la monarquía, que estaba representada por el Rey y su corte, que aún algunos de estos mantienen privilegios, pero, que están siendo seriamente cuestionadas, y en franca decadencia, esta forma de gobierno discriminatorio y humillante precipitó la Revolución Francesa, para dar paso a la República, con su representante el presidente.

Desde ese entonces, se ha experimentado en las colonias que las tenían a su merced, con esta forma de gobierno, la implantaron sin tomar en cuenta que algunas pueblos o etnias tenían vínculos más sólidos que los que provenían de Occidente y que eran el sustento de su forma de gobierno, y que no estaban consignadas en la doctrina de la república, habiendo dividido a pueblos y sociedades con líneas imaginarias, que genéticamente, culturalmente, tradicionalmente, idiomáticamente, estaban unidos, para dar paso a la República, descuartizando la fuerza étnica de que la estaban premunidas.

Aquí en nuestro querido Perú, que constituye la presencia de mayor connotación y trascendencia de esta América Nuclear, que aún ostenta el patrimonio material y espiritual sin paralelo en la historia de todas las civilizaciones, y que antes de ahora se regía por cuatro principios éticos, naya sucumbido y sea víctima de una serie de aventuras políticas por parte de gobernantes sin escrúpulos.

El latifundismo y el gamonalismo que se instauró en nuestros territorios, cuando superamos el virreinato, y que les arrebató basados en principios jurídicos de allende los mares, las tierras a las comunidades nativas, y se pensó que con el advenimiento de la república se iban a desterrar estos despropósitos, y reivindicarlos, paradójicamente los fortaleció, y las etnias nativas fueron marginadas, y los que accedían a los organismos de gobierno más representativos eran españoles o sus hijos llamados criollos, descendientes directos de los conquistadores, y dejaron irónicamente ínfimos cupos, para que sean ocupados por mestizos, dejando sin opción a los indios, como así despectivamente se les llamaba y aún se les llama, menos aún se les tomó en cuenta a nuestros contemporáneos primitivos conformados por los aborígenes de la selva, considerados hasta no ha mucho como chunches y salvajes.

Pese, a las limitaciones en las comunicaciones, de ese entonces, se difundió por el mundo conocido, que en esta América Cobriza, había un pueblo de milenaria data, conocido como Perú, que era y es sinónimo de oro, y de inagotables recursos, esto propició para que etnias de todos los pigmentos, premunidos de excesivas ambiciones y aparentes buenas intenciones, ante nuestra prudencia mal comprendida, arribaron a nuestros territorios con extremada humildad, y se iniciaron como sirvientes y terminaron como presidentes, amén de ir copando paulatinamente los cargos más representativos de esta mal llamada república, y llegaron al margen de los españoles, que ya eran parte de nuestro mestizaje, alemanes, italianos, ingleses, franceses, japoneses, chinos, turcos de todas las cabezas, árabes, judíos, albaneses, palestinos, rusos, etc., etc., sin dejar de mencionar gentes de pigmento de color, y como cada uno de estos grupos étnicos, tenían y tienen más que aspiraciones, poseen ambiciones, cuando acceden a los estratos más representativos, nunca se ponen de acuerdo, y nuestro escenario político, se convierte en una pugna de intereses, tan es así, que se nos ha hecho consentir que instaurada la república, y elegido el presidente, éste constituye el representante más genuino del pueblo o la etnia, utopía aberrante en la que discurre esta era republicana.

Hemos experimentado ante nuestra ingenuidad política, con todas las formas de gobierno, desde el tiranuelo más ignorante, y algún soldado intrépido que funge de gobernante, hasta el presidente aparentemente más renombrado, carente de talla y estatura, espejismo político en el cual estamos inmersos, ante el asombro de ese Perú étnicamente configurado, que aun milagrosamente sobrevive, y está presto a renacer.

En el Perú, por la inmadurez política y las especulaciones de teóricos, demagogos, paranoicos y traficantes de teorías e ideas, hemos pasado por todas las formas de gobierno, intuidas por los genios de la filosofía política, y los teóricos que cada generación incuba en las universidades.

Pero, quienes conocemos filosofías y doctrinas políticas, estamos preocupados ante este panorama de inminente riesgo que estamos viviendo, y por falta de auténticos antropólogos culturales, arqueólogos, etnólogos, juristas conocedores de nuestra realidad nacional, estemos viviendo una prolongada era de la oclocracia, que representa el peor de todos los sistemas y formas de gobierno, y este considerado como el último estado de la degeneración.

Es por ello que las etnias de milenaria data, observan cautelosos esta descomposición y deterioro social, pero, lamentablemente son víctimas de estos despropósitos, y el Perú se ha convertido en un escenario de experimentación política y social, y que soporta impasible todas las discriminaciones que la paranoia de los políticos de turno las conciben.

Pero, como somos hijos putativos de la Cultura Occidental y hemos soportado la imposición a sangre y fuego de sus instituciones políticas y religiosas, con funestas consecuencias y para esclarecer algunas de estas incongruencias, resumiremos algunos argumentos de los más preclaros pensadores de Occidente.

Polibio, historiador griego 200 a. de C. llamó Oclocracia, al fruto de la acción demagógica, la definió como "la tiranía de las mayorías incultas y el uso indebido de la fuerza para obligar a los gobernantes a adoptar políticas, decisiones o regulaciones desafortunadas" a la que Maquiavelo alude: la Oclocracia se presenta como el peor de todos los sistemas políticos, el último estado de la degeneración del poder.

Ilustres pensadores como Aristóteles, Pericles, Giovani Sartori, Juvenal, Shakespeare, Lope de Vega, Ortega y Gasset o Tocquiville han advertido de un permanente peligro para la democracia popular: el interés de los Oclócratas que ejercen el poder para hacerla degenerar en Oclocracia con el objetivo de dicho poder de forma corrupta, buscando una ilusoria legitimidad en el sector más ignorante de la sociedad, hacia el cual vuelcan todos los esfuerzos propagandísticos y manipuladores.

En el desarrollo político, sólo se tiene en cuenta de una forma superficial y burda los reales intereses del país, dirigiéndose el objetivo de la conquista al mantenimiento de un poder personal o grupo, mediante la acción demagógica en sus múltiples formas apelando a emociones irracionales mediante estrategias como la promoción de discriminaciones, fanatismos y sentimientos nacionalistas exacerbados: el fomento de los miedos e inquietudes irracionales, la creación de deseos injustificados o inalcanzables, etc. Para ganar el apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la oratoria y el control di la población. La apropiación de los medios de comunicación y de los medios de educación por parte de dichos sectores de poder son puntos clave para quién busca esta estructura de gobierno, a fin de utilizar la desinformación.

Para una mejor ilustración agregamos otras definiciones. La Oclocracia, es la autoridad de un populacho corrompido y tumultuoso, como el despotismo del tropel, nunca un gobierno del pueblo, según el 'filósofo escocés James Mackintosh (1,765-1,832). También otros la definen como la tiranía de las mayorías incultas y el uso de la fuerza, que lleva a los gobernantes a adoptar decisiones injustas y aplicar regulaciones desafortunadas.

Estas experiencias democráticas que nos impusieron en nuestra América desde hace más de cinco siglos, y que ha pretendido suplantar con aparente cobertura, las instituciones de milenaria data, estén en incontenible decadencia, inclusive en la cuna de estas inspiraciones filosóficas, hoy se debate en la más cruenta de las crisis, y nosotros los genuinos representantes de esta América, que genéticamente, éticamente, culturalmente, idiomáticamente y tradicionalmente, observamos absortos como estos personajes provenientes de allende los mares, que para lograr su perfil biológico han soportado una extremada promiscuidad genética, y que peligrosamente este derivando en una degeneración política, y pacientes admitimos variadas formas de gobierno como las denominadas plutocracia, cléptocracia, clientelismo político, democracia directa, democracia popular, etc., etc.

Lamentablemente a nuestros pueblos ancestrales, cuando invaden nuestro continente los imperios hegemónicos de Europa, so pretexto de conquista y coloniaje, nos someten a sangre y fuego, pero, para proteger y hacer prevalecer sus privilegios, ellos contribuyen con su doctrina caduca, y desfasada, y son los artífices de las primeras constituciones que regirán los destinos de las nacientes repúblicas, donde increíblemente se discriminó el aspecto étnico, cultural, y lingüístico y el respeto irrestricto a su cosmovisión, que debió haber sido el sustento y la columna vertebral de estos proyectos políticos de gobernabilidad, todo eso se trasluce claramente, cuando España fue sometida más de nueve siglos por los árabes, cuando los expulsan, ellos no adoptaron la lengua de los que los sometieron, ni mucho menos sus sentimientos religiosos.

Desde años ha, en el Perú existen dos facciones, el Perú Oficial y el Perú no Oficial, el primero representado por las autoridades que digitan la política, presidentes, ministros, congresistas, embajadores, y burócratas dorados, magnates dueños de patrimonios que son intocados, economistas y políticos, con el apoyo de universidades teorizantes y especulativas, y ayayeros de todos los pelajes, amén de oportunistas etc., etc. y que se atribuyen cierto complejo de superioridad y se otorgan el derecho de gobernarnos.

Y el Perú No Oficial, está conformado por el pueblo, carente de un presupuesto de solvente erudición, los trabajadores, los marginados, las comunidades nativas, los desocupados, los de la tercera edad que están agonizando y soñando con su reivindicación, y los serranos que perdieron su identidad, que pululan en las principales capitales emergentes, pensando en que serán reivindicados, con la ilusión de que algún día serán elegidos presidentes, etc., etc. y cada cinco años convocan a elecciones manipuladas y digitadas por los poderosos, para hacernos creer que vivimos en una democracia, y recurren muy hábilmente a felipillos nativos, para seguir manteniendo sus privilegios y para seguir haciendo cumplir sus propósitos.

Quienes conocemos la historia de las constituciones, claramente advertimos que nunca hemos tenido una constitución acorde con nuestros requerimientos, consecuentemente no hemos vivido en democracia, y que siempre hemos estado inmersos en una oclocracia y asombrados admitamos ante nuestra impotencia, que estemos sumidos en la era del delito, la desvergüenza y la impunidad. Destino que el Perú no lo merece.

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